como se desencadena el viento,
sin saber hacia dónde ni por qué.
Son dones del azar o del destino,
que a vecesla soledad arremolina o barre;
nada más que palabras que se encuentran,
que se atraen y se juntanirremediablemente,
y hacen un ruido melodioso o triste,
lo mismo que dos cuerpos que se aman.
Ains qué disco más bonito, bonito, bonito.
ResponderEliminarEs que Ángel González era un poeta muy lindo.
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