La moto es amarilla, y en su lomo
ya quisiera montar el chuleta del barrio.
¿La colocaste allí,
por qué,
en la biblioteca,
donde los libros se agolpan
como niños con frío?
Esta moto, una Indian del 47,
es la capitana de la estantería,
y tiene muertos del susto
a los García Nieto,
a los Franscisco Umbral y compañía.
Yo a veces me hago muy pequeño,
del tamaño de una mantis diminuta,
para conseguir domarla,
para salir zumbando por las tierras
que nadie ha visto, por los paisajes
que sólo sabe su carrocería
y yo no te puedo contar.
Me pongo un casco y toco la bocina,
le pongo un sidecar y voy cantando
la versión de Señora de Josele,
o un cuplé de flores y de avispas.
A la intemperie de mí,
hacia ese sitio voy a toda mecha
por el mundo del cristal y los colores.
Sólo me detendré si con los dedos,
haciendo pitos chascas
la tensión del aire.
Pues soy feliz,
o no, pero es lo mismo,
volar con estas alas icarinas,
trotar con esta moto por tu sueño.
que bonito Ivan me encanta
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