Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía,
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
miércoles, 4 de abril de 2018
"Amor constante, más allá de la muerte", de Francisco de Quevedo
¿Quién no ha citado más de una vez el último verso de este poema? Es este, posiblemente, uno de los más sublimes poemas de la literatura española y universal. Quevedo nos da una salida victoriosa de esta vida, donde el amor vence a la muerte. Disfrutadlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
A este blog de Biblioteca Escolar puede acceder cualquier usuario, por eso te pedimos que seas correcto en tus comentarios, por favor. Muchas gracias por participar ^_+